El yoga es famoso por los múltiples beneficios que nos trae a nivel físico, mental y emocional. Pero, ¿cuál es la diferencia entre ellos y cuál de sus innumerables estilos elegir?
Lo primero que debes preguntarte es cuál es tu objetivo al practicar yoga. ¿Qué es lo que buscas? Algo más espiritual, más intenso a nivel físico o más enfocado en la relajación… Los hay para todos los gustos.
Si eres principiante y no sabes cuál es la diferencia entre uno y otro, aquí te dejamos una guía de los estilos más conocidos y comunes junto a sus definiciones para que los vayas conociendo a profundidad y puedas tomar una decisión más acertada para elegir tu estilo ideal.
Hatha Yoga
Uno de los estilos más tradicionales y antiguos. Se centra mucho en el aspecto físico y se caracteriza por combinar ejercicios de respiración (pranayamas) con diversas posturas (asanas) suaves y lentas, aunque sin dejar de ser exigentes. Muy recomendada para los principiantes ya que las posturas se mantienen el tiempo suficiente como para conocerlas a profundidad.
Bikram Yoga
También se lo conoce como Hot Yoga o Yoga con calor. Es un estilo de yoga que requiere bastante esfuerzo físico ya que se practica en ambientes climatizados a 42 grados Celsius y durante un periodo de 90 minutos. Durante esta clase, se realizan 26 posturas derivadas del Hatha que, combinadas con las condiciones ambientales, permite que se sude bastante ayudando a la eliminación de toxinas y la pérdida de peso.
Ashtanga Yoga
Probablemente uno de los más exigentes a nivel físico. El Ashtanga (“ocho pasos” en sánscrito) también deriva del Hatha Yoga.
Pero, a diferencia del ritmo pausado de este último, el Ashtanga yoga se basa en una serie fija de posturas en secuencias dinámicas sincronizadas con la respiración (vinyasa). Suele practicarse de memoria y en un orden definido. Esta característica la convierte en un sistema de series vigoroso y exigente ideal si te encantan los retos y eres perseverante.
Vinyasa Yoga
Este estilo de yoga es muy difundido en el mundo occidental y se refiere a cualquier estilo de yoga que involucre secuencias dinámicas sincronizadas con la respiración. Esta modalidad tiene buena aceptación por aquellos que no quieren sentirse identificados con ningún mensaje filosófico y les gusta la libertad de seleccionar las posturas sin tener ningún orden predefinido.
En cualquiera de sus variantes (Rocket, Power o Prana Flow) lograrás ejercitar tu cuerpo por completo, convirtiéndose también en un cardio increíble.
AeroYoga
Si te gustan los desafíos y salir de tu zona de confort, definitivamente, el Yoga Aéreo o Aeroyoga es lo andas buscando. En esta modalidad, se combinan posturas clásicas del yoga e incorpora algunas técnicas de pilates y la danza.
Se practica, como su nombre lo indica, suspendiéndose en el aire con la ayuda de una tela (hamaca o columpio) que se sujeta desde el techo. Esta técnica te permite desafiar tus limitaciones mentales y expandir las físicas.
✨No dejes de leer: Aeroyoga, desafía los límites de la gravedad.
Kundalini Yoga
Esta modalidad es ideal si lo que buscas es explorar más tu lado espiritual. Durante la práctica, se busca incrementar la energía vital que cada uno tiene en su interior. El objetivo es despertar este circuito de energía a través de la activación de los 7 chacras que poseemos, para prevenir dolencias físicas y espirituales.
Esto se consigue gracias a la combinación de asanas (posturas), pranayamas (respiración), relajación y meditación. También se utiliza el canto de mantras.
Es un tipo de yoga bastante fluido de moderada intensidad física.
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Yin Yoga
El Yin Yoga es un estilo más pasivo que los anteriores. Y a diferencia de los demás, se busca la relajación de los músculos, no el fortalecimiento. Es muy beneficioso para aquellas personas con insomnio y dificultades para conciliar el sueño.
Deriva del Hatha Yoga en el que se mantienen diferentes posturas de manera relajada por alrededor de 3 a 5 minutos. Y también suele utilizarse un Bolster, un cojín alargado muy útil para sostener estas posturas.
Es una práctica más profunda y meditativa que permite recuperar y expandir el rango de movimiento de los tejidos conectivos (fascia, ligamentos, tendones y articulaciones).
También permite que la columna vertebral recupere su curvatura natural y facilita la flexibilidad general del cuerpo.
Sin embargo, no hay que confundir pasivo con fácil. Sostener estas asanas durante el tiempo estipulado requiere de un trabajo de relajación mental profundo.
En definitiva, para decidir qué tipos de yoga va mejor contigo, lo más recomendable es que pruebes una clase. Por eso, además de la explicación y definición, te hemos dejamos un video con de cada de una para que te resulte mejor la decisión, y si te animas, las pruebes a todas.
Esperemos, que el tipo de yoga que elijas, saque lo mejor de ti. Y recuerda, lo más importante de todo es que vivas el yoga como una experiencia de tiempo presente y dediques este tiempo a mimarte y a sanar.
OM Shanti 🕉